“La Poética del Espacio”.


Arq. Walter A. León Távara.


“Educación es darle al cuerpo y al alma toda la hermosura y perfección que pueden recibir”.
Platón.


Todo ser humano es un dilema porque tiene un espejo interior, el viejo problema del hombre o la doble naturaleza del hombre con relación a su parte inmaterial que lo habita -su mente o su alma- y su parte material del hombre –su cuerpo-, es un gran enigma, porque todos nosotros tratamos de dar soluciones a los problemas permanentes del día a día, en donde todos nosotros queremos explicar algo y no encontramos preguntas sobre nuestra propia existencia. A lo largo de la historia de todos los tiempos el hombre ha tratado de esclarecer el problema del cuerpo y del alma hasta nuestros días.

La creencia tradicional de separar la parte inmaterial y material del hombre fue sacudida por la teoría de la evolución, por la biología moderna que considera el cuerpo como un objeto que obedece a leyes de la química y la física sin ningún elemento psíquico que lo componga. Preguntémonos, una vez más, si existe realmente el cuerpo y el alma, porque ha habido momentos en la historia en los que se ha dudado de la existencia real del cuerpo y del alma, es importante interrogarnos y cuestionarnos, saber que somos filósofos sin necesidad de un título técnico o académico, que tratamos de buscar la verdad en donde esté, que no tengamos posiciones externas sino el sacrificio honrado a la búsqueda interior.

El materialismo a través de la ciencia, la religión, la política y el arte han creado tribus con su propio espejo interior, pero de manera inversa y hacia abajo, el egocentrismo con tendencia hacia el egoísmo ha modificado las actitudes y comportamientos –culto a la personalidad- convirtiendo en necios a los inteligentes, en ociosos a los trabajadores y en débiles a los potencialmente fuertes, en ese sentido se han creado nichos intelectuales de una sola dirección, espacios o ghetos culturales en donde los literatos con los literatos, los militares con los militares, los músicos con los músicos sin un acento o interés humanista, sin embargo el hombre es demasiado complejo para encerrarlo en un solo molde, demasiado diverso para una simple definición. Por ello, la parte física del hombre –nace, vive, crece y muere- se convierte en polvo; pero gobernado ese cuerpo parece existir un algo intangible capaz de sentir y pensar, una parte más sutil, esencia de su ser, que llamamos –mente, voluntad, alma, espíritu- espejo interior o el ojo del alma –misterioso inquilino que lo habita-, desde los tiempos de Platón, los sabios han venido discutiendo de la materia y el espíritu, lo tangible y lo intangible que hay dentro de nosotros.

Del mismo modo, qué es el arte? otro dilema. Herbert Read (1), sostiene “que el arte está presente en todo lo que hacemos para agradar a nuestros sentidos y es algo que denominamos forma”, no obstante, ésta fácil definición y poca reflexión, no obstante la posibilidad de reconocer en el artista sus múltiples funciones; el autor mencionado (2) dice: “Todos los procesos de crecimiento adoptan formas y proporciones definidas” así mismo sostiene (3) que: “Hace muchos siglos, Platón y Pitágoras habían hallado ya en el número la clave de la naturaleza del universo y del misterio de la belleza. La ciencia y la filosofía han sufrido muchas transformaciones, pero el resultado final es el mismo y tiende a demostrar que el número, en el sentido de la ley matemática, es la base de todas las formas que adopta la materia, sea de índole orgánica o inorgánica”, por lo tanto todo ser vivo constituye un sistema organizado en la doble naturaleza del hombre.

Mathias Goeritz (4) es célebre por su manifiesto acerca de la arquitectura emocional y defensor de la educación visual así como del expresionismo alemán, no obstante sostiene el siguiente dilema:

¿La pregunta?

“El Arte ha sido violado y está muerto. No existe ya problema estético trascendente, sino un problema filosófico íntimo.

La contrapregunta?

“La estética, sin una base ética, puede producir resultados interesantes, pero no arte. El arte es un servicio. Si el arte no tiene función espiritual, no es nada”.

Goeritz, se levanta contra el arte hecho por intelectuales para intelectuales, contra el arte egocéntrico.

La Poética del Espacio.

En la naturaleza muchas formas adoptan formas matemáticamente regulares. Cuando llamamos a ciertas cosas “hermosas”, admitimos en realidad que ciertas proporciones matemáticas dan nacimiento a esa emoción asociada con las obras de arte. No existe en la naturaleza una forma que no se deba a la acción de leyes mecánicas sometidas al impulso del crecimiento. La velocidad de crecimiento, la función o el uso puede variar, pero las leyes de la física no varían.

Las fuerzas que producen la esfera, el cilindro o el elipsoide son las mismas ayer y mañana. Un cristal de nieve es igual hoy que cuando cayó la primera nevada. A estas fuerzas debemos no sólo la variedad, sino también lo que podría llamarse la lógica de la forma; y de ella, la forma dimana la emoción de la belleza.

La poética del espacio, es amor al conocimiento divergente, es la divina armonía de medios que nacen en la música de la naturaleza, ciencia y arte, el todo en acción que no deja nada excluido porque es total. Platón señalaba que lo bello es un principio de la naturaleza y percibido ante los objetos, es una forma sensible de armonía que trasciende los objetos, el cual el mundo material brinda un soporte; por ello la belleza es la más inmaterial y dinámica de las formas. Cuando un objeto carece de belleza es un elemento material desprovisto de armonía de manera vital y espiritual; por ello el camino estético es también un elemento de filosofía, de búsqueda por la verdad, porque es un purificador y enaltecedor de los valores humanos colectivos e individuales.

Así como el universo es materia y energía, en términos abstractos, la obra de arte por más objetiva y concreta que sea, exige un vínculo con el espectador y la energía de la obra que el artista ha expresado -empatía- en donde el usuario o consumidor proyecta sobre la obra sus emociones o sentimientos se encuentran en una estructura espacial y por lo tanto numérica, que llamamos armonía o en su defecto empatía.



Notas

(1) Herbert Read, en su libro “Educación por el Arte”, respecto a la definición del arte, es categórico sobre la cualidad del arte que atrae nuestros sentidos.

(2) idem, página 41.

(3) Con relación a las matemáticas y el arte, Herbert Read en la página 41, de su texto “Educación por el Arte”, sostiene que el crecimiento de las cosas particulares está determinado por las fuerzas que actúan de acuerdo con ciertas leyes matemáticas o mecánicas inevitables.

(4) Mathias Goeritz, fue un curioso personaje nacido en Danzing, Alemania, en 1915, doctor en filosofía y empeñado en ser pintor, decía que todas las personas son pintores, sostenía que su papel era ensayar y crear una sociedad homogénea sin la cual el arte es imposible.

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